Tenía grandes sueños hasta que me di cuenta de que soy chiquitita.
Veía solo mi parte favorita de la película, una y otra vez.
Y cuando él la besaba, lloraba esperando sentir algún día algo así.
Un amor que me consuma.
Solía buscar la perfección de lo imperfecto y hacer lo inesperado.
Decía lo que pensaba cuando menos lo pensaba.
Pero era injusto.
Mi inocencia única me hacía vulnerable.
Y por dar lo mejor de mi, me quedé sin nada.
Y ahora soy como soy.
La yo de ahora, la que nunca he sido, ni nunca seré.
Algún día querré a alguien.
A alguien que me quiera por como soy.
Alguien que me quiera, aunque no pueda hacer realidad sus sueños.
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