viernes, 25 de enero de 2013

Si quieres que sea para siempre

Al no Saber, buscamos la felicidad.
Nadie sabe dónde está.
Así que intentamos evitar la infelicidad.
Y a veces nos engañamos para no verla.

Si no te habla, no le interesas.
Si has sido bueno, te pueden pasar cosas malas.
Si te odia, no te envidia, te odia.
Si no tienes amigos, por algo será.

No hay hada madrina en este cuento.
Y debes tener cuidado y ser objetivo.
Porque no sentir nada, es lo peor, pero lo segundo peor es dejar que te controlen tus sentimientos.



Y sí, la felicidad está a la vuelta de la esquina, pero no te engañes, la tienes que conseguir por tu propio pie si quieres que sea para siempre.
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jueves, 10 de enero de 2013

Oasis

Hay un rincón en mi.

Un rincón al que me escapo cuando estoy frustrada y la realidad me da asco.

Ese rincón es una pequeña isla desierta de aguas cristalinas con un bosquecillo.
Dentro de este bosque, hay una cabaña de madera, con todas las cosas que pueda necesitar.

En esa isla nadie me puede molestar.
Puedo llevarme a quien quiera y si yo quiero que se vaya, se va.

Muchas personas tienen este rincón adentro.
Quizás el escenario es distinto, pero la esencia es la misma.
Un oasis para nuestros desiertos emocionales.


Me pregunto si alguien me habrá llevado a su isla alguna vez...
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lunes, 7 de enero de 2013

Soñar

Vivimos como en un sueño.
Aunque no sabemos que estamos soñando.

Estamos igual de confusos.
Y realmente nosotros no tomamos casi ninguna decisión. Porque algo nos lo impide.

No comprendemos las cosas por nosotros mismos.
Y cuando nos explican algo, a menudo, lo tomamos por cierto sin comprobarlo.

Pero en momentos de lucidez, como si fuésemos a despertar, tomamos las riendas de nuestro sueño.
Y decidimos algo. Tomar un camino.

¿Tan distinta es la realidad de un sueño?

Un sueño acaba cuando despiertas.

La realidad, cuando sueñas.


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viernes, 4 de enero de 2013

The island

No puedo desnudarte mi alma.

Sé que no lo entiendes, pero espero que lo respetes.
Sabes que no es orgullo.

Tengo la esperanza de poder contártelo algún día.


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jueves, 3 de enero de 2013

Utopías

Imagínate un mundo sin mentiras.

En el que nacieses, y cuando empezases a aprender cosas y a hacer preguntas te dijesen la verdad.
Una verdad que, por descontado, no entenderías (al menos al principio)

Habría libertad de preguntar lo que quisieses y sabrías que te responderían la verdad.

¿Cómo funcionaría?

Con unos conocimientos muy elevados de las cosas y una conciencia global sobre la verdad.

Los políticos dirían la verdad sobre sus actos y los criminales estarían en la cárcel.
Esto se sostendría gracias a una especie de Ley del Karma, pero directa.
Si haces cosas malas, te pasarán cosas malas, así que debes hacer cosas buenas.

El único modo de ocultar la verdad sería por omisión.
Y esto sería extremadamente difícil dado que a las personas les gusta demasiado contar sus secretos.

Además, es posible que de tantas verdades escuchadas, no quedasen prejuicios.

Sería mucho más complicado que esto, pero es para que os hagáis una idea.

¿Sería difícil o imposible?

Por mucha conciencia global que haya, las personas no solo tenemos la Razón, sino tenemos sentimientos incontrolables e instintos.

Por ejemplo, un hombre que por sus circunstancias haya nacido feo y algo tonto, a lo largo de su vida sufriría por conocer sus limitaciones. Y quizás se volviese una persona amargada.

Pero todo ser humano tiene en sus instintos el deseo de tener compañía e incluso de encontrar el amor.

¿Sería fácil encontrar amigos o amor para una persona amargada, fea, tonta y que encima tendría que decirle la verdad a sus amigos o pareja y su pareja soportar su verdad?

Quizás lo único que sucede es que es un concepto demasiado amplio para entenderlo, pero en este mundo en el que nadie lo sabe todo y cada persona es distinta y única, a veces, por no saber explicarnos necesitamos mentir.

Pero cuanto más nos acerquemos a las utopías, más cerca estaremos de entenderlas.
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