-Es extraño.
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+¿Qué es extraño?
-Haber amado.
El amor en pasado es extraño.
Porque está acabado, pero nunca extinto.
El amor en pasado duele al roce.
Se queda atascado en un limbo entre el recuerdo y el olvido. Cómo si tu memoria no fuese del todo capaz de soltarlo. Pero tampoco lo quiere en presente.
Y es que ves a quien tanto te importaba y ya no es nada.
Genera una especie de incomodidad; por un lado todo se acabó y lo sabes, pero por otra parte, echas de menos sentir algo. Ahora es una persona totalmente desconocida, pero una vez no fue así y no sabes con cual de las dos quedarte.
¿Cuánto queda del tú que conocí?
Los sueños te traicionan y te hacen recordar lo que sentías en el pasado. Y aunque flaquees y al final decidas que te importa, tampoco eres realmente capaz de volver a tener a esa persona en tu vida, porque aunque es cierto el dicho de "Dónde hubo fuego, cenizas quedan" también es cierto que las cenizas ya nunca más volverán a arder como antes de ser consumidas.
Tú quieres que te importe, o que deje de hacerlo por completo, pero que no sea a medias.
Por favor, a medias no.
Pero da igual. No te esforzarás en olvidar. Ni en recordar.
Cuando oigas su nombre no podrás evitar poner la oreja.
Cuando le veas por la calle habrá un breve instante en el que pensarás en lo bonito que era todo antes, pero lo olvidarás en cuestión de segundos.
Cuando eches de menos todo prometerás volver a hablar, mantener el contacto, pero tal vez ni te atrevas a dirigir palabra.
Cuando parezca que lo has olvidado del todo, resurgirá su nombre en tu cabeza y volverás a hacerte la misma pregunta: ¿Por qué?
Y seguirá en el limbo.
Como una flor que ya no es flor.
Marchito.
Dedicado a M, a H, a S y en general, a todas las personas que creí que serían siempre alguien importante en mi vida y se quedaron en un simple alguien.
¿Cuánto queda del tú que conocí?
Los sueños te traicionan y te hacen recordar lo que sentías en el pasado. Y aunque flaquees y al final decidas que te importa, tampoco eres realmente capaz de volver a tener a esa persona en tu vida, porque aunque es cierto el dicho de "Dónde hubo fuego, cenizas quedan" también es cierto que las cenizas ya nunca más volverán a arder como antes de ser consumidas.
Tú quieres que te importe, o que deje de hacerlo por completo, pero que no sea a medias.
Por favor, a medias no.
Pero da igual. No te esforzarás en olvidar. Ni en recordar.
Cuando oigas su nombre no podrás evitar poner la oreja.
Cuando le veas por la calle habrá un breve instante en el que pensarás en lo bonito que era todo antes, pero lo olvidarás en cuestión de segundos.
Cuando eches de menos todo prometerás volver a hablar, mantener el contacto, pero tal vez ni te atrevas a dirigir palabra.
Cuando parezca que lo has olvidado del todo, resurgirá su nombre en tu cabeza y volverás a hacerte la misma pregunta: ¿Por qué?
Y seguirá en el limbo.
Como una flor que ya no es flor.
Marchito.
Siempre habrá un rincón de soledad en mi que te pertenezca.
Dedicado a M, a H, a S y en general, a todas las personas que creí que serían siempre alguien importante en mi vida y se quedaron en un simple alguien.