jueves, 7 de octubre de 2021

Fragile

Soy del tipo vulnerable.

No creo que esa cualidad sea lo que perciba la gente de mi de primeras, pero creo que me define muy bien.

Hasta me cuesta hablarlo por aquí, y eso que me lee muy poca gente.


Soy del tipo de persona que siempre está en búsqueda de su propia identidad, su propio camino. Y en esa búsqueda, cometo errores, tengo inseguridades, me quedo inmovilizada y a veces desespero.

Siempre me esfuerzo en ser mejor persona y guardo mucha culpa por las veces que hice mal las cosas.


Pero no todo es necesariamente malo. Todas las imperfecciones que poseo, me dan una pequeña cualidad que realmente aprecio en mi misma y amo en los demás: la capacidad de perdonar y entender a los demás.

Cuando miro a otras personas, trato de mirarlas más allá de mis impresiones, trato de recordar que ellos también son vulnerables. Que merecen un trato humano.


Por eso también tengo terror a la gente que no hace eso, a quienes son capaces de dañar sin que les duela también. Y tengo terror a la misma idea de poder hacer yo eso en algún momento.


Porque me importan las cosas, los sentimientos, las personas.

Eso es lo que soy.


PD: de verdad, a quienes me han cuidado y me han querido, a quienes les importo y han conectado de alguna forma conmigo, creedme, os aprecio más de lo que pensáis. Puedo ser tímida en demostraciones, puedo tener miedo a decirle a la gente lo que siento, pero gracias.

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martes, 9 de marzo de 2021

Mejorar es un camino duro

Llevo un tiempo trabajando para mejorar mis hábitos, mi forma de ser, mi ánimo y en general mi vida.

Cómo todo cambio, lleva tiempo y no es fácil. Todos los días tengo que recordarme actuar así porque es lo mejor para mí y estoy aprendiendo algunas cosas que a mi me están funcionando:

  • Exigirse demasiado no funciona, es frustrante porque es muy posible que no consigas tanto.
  • Equivocarse una, dos o cincuenta veces no es razón para rendirse (la mayor parte de las veces), aunque se sienta como una.
  • Fijarse en el daño irreparable no tiene sentido excepto para estar prevenido de que puede volver a pasar. Hay que mirar lo que sí puedes hacer o prevenir ahora.
  • Expresar tus sentimientos es útil si sabes cómo, cuándo y con quién, enterrarlos en cambio no sirve para nada aunque parezca más fácil porque no te toca enfrentarte a ellos.
  • Intentar recordar cualquier pequeña victoria del pasado puede dar fuerzas y no infravalorarlas, porque a veces son lo único que tenemos.
  • Nadie te va a salvar. Eso es tu propia responsabilidad. Hay quienes te van a apoyar, tender una mano, pero nadie puede con su propio peso y con el tuyo todo el camino.
  • La flexibilidad es una gran virtud para cambiar, te permite no verlo todo blanco o negro y relativizar las situaciones.
  • Cambiar es difícil, pesado, no siempre gratificante y te hace ver todo lo que haces mal. Pero es necesario.
Sigo teniendo mucho camino por delante y sigo teniendo cambios por hacer, pero poco a poco voy haciendo pequeñas cosas que mejoran mi vida y teniendo pequeños logros personales.

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lunes, 18 de enero de 2021

Caer, levantar y a contracorriente

Últimamente he estado y estoy mal, no es ningún secreto. 

Pero últimamente, había estado reuniendo fuerzas y me sentía mejor. Esto me hizo llegar a un punto de tomar un compromiso conmigo misma. Decidí que tenía que levantarme y comenzar a cambiar poco a poco los hábitos y las situaciones que me estaban dañando, en lo que estuviese en mi mano.

Y he comenzado a avanzar con los huesos rotos, ojeras y una mochila pesada encima, sabiendo que tengo un largo camino para estar bien, pero que cada paso cuenta.

Pero al primer paso me ha empezado una tormenta en la cara. Después del primer cuatrimestre del máster tenía un viaje programado para ver a mi novio, después de 4 meses y descansar, recuperarme, pero han cerrado su provincia y no puedo viajar. Era una posibilidad desde el principio, pero eso no cambia que duela. 

Dinero que no creo que recupere, incertidumbre porque no sé cuando le veré y tristeza, mucha tristeza.

Ahora tengo que terminar lo que me queda de cuatrimestre y me veo haciendo trabajos entre lágrimas. Más aún que antes.


Es difícil sentirse así.


Me estoy esforzando mucho y me duele mucho hablar de esto, y más con mis personas cercanas. No quiero que se cansen de mi tristeza, sobre todo, cuando lo estoy gestionando, sé que puedo.

Pero parte de mi forma de gestionar mis sentimientos es expresarme y por eso estoy aquí, donde pocos me miran y lo agradezco en el alma. Sé que a pesar de que odie sentirme vulnerable y sentimental, es bueno que sea capaz de desahogarme de alguna forma.

Porque en realidad, no puedo hacer nada, no hay nada en mi mano para solucionar esto, excepto digerir mis emociones y seguir avanzando. Las cosas malas que me pasan no cambian que quiera avanzar, sólo lo hacen más difícil. Pero si tengo que llorar, lloraré, aunque tenga abierto un word y vaya tecleando palabras cuando cojo un poquito de fuerza.

Sé que tengo el apoyo de muchos, que tengo el cariño de mi gente. Y siempre es algo bonito que tener. Me da fuerzas. Pero con quien estoy mal es conmigo misma, en primer lugar de todo. Y tengo que trabajar en entenderme a mi misma y mejorar mi propia situación es mi prioridad.

Tengo que aceptar que me voy a equivocar, como antes he hecho y que eso no puede ser un motivo para dejar de esforzarme. Tengo que aprender a aguantar la frustración y a tener mecanismos para desahogar todo lo que siento. Vamos, que hay mucho por mejorar.


En fin, si has llegado hasta aquí, gracias por leerme, no te preocupes, saldré adelante.

Lo siento por el tostón.

Me voy a seguir trabajando (literalmente)

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