En estos días de reflexión que son para mi los sábados, he llegado a la conclusión de que todo es eterno.
Solo por existir, hemos existido, así que somos para siempre.
Digamos que es como escribir en un papel, puedes borrarlo, pero nada quita que haya estado escrito, se quedará en el tiempo y dejará sus marcas aunque tu creas que no queda nada.
Todo lo que hicimos, todo lo que haremos, será infinito, como el tiempo.
Por eso quiero hacer cosas que me llenen.
No me gusta el carpe diem como lo pinta la gente hoy en día.
¿Vivir sin consecuencias? Entonces, ¿para que vivir?
Si vivo es porque quiero tener un mañana, quiero hacer miles de cosas.
Quiero marcar la eternidad con sentimientos. Conocer nuevos mundos.
Quiero ser feliz dentro de lo que la vida me ha ofrecido, pero sin renunciar a luchar por lo que deseo.
¿Dónde está el límite?
En la otra burbuja.
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