lunes, 11 de febrero de 2013

La Alegría, la Tristeza y la Ira

Hace tiempo, en clase de teatro, la profesora nos contó una leyenda, la leyenda de las tres musas:


La Alegría

La Tristeza

La Ira

No recuerdo como era la leyenda, pero lo que sí que recuerdo es que trataba sobre esos tres estados básicos de ánimo.
Y es que desde pequeños, todos aprendemos a hacer las cosas desde esas tres emociones.
¿Qué hacen los niños pequeños cuando quieren un juguete?

Algunos se portan muy bien y son cariñosos.
Otros hacen pucheros y lloriquean que "todos los niños lo tienen menos yo".
O se pillan una pataleta y gritan "¡cómpramelo, cómpramelo!" hasta que se lo compren.

Pero esto no se queda en la niñez, a medida que se crece, se perfeccionan estas estrategias y se vuelven más sutiles. 

Y hay algunas personas que adoptan un estado de ánimo y casi siempre están igual.

Entonces, algunas personas piensan que está bien ser así, pero no se puede ser feliz sin un equilibrio.

¿Por qué? Explico

Siempre estás alegre. Todo te parece bien. 
¿Te joden? Pones la otra mejilla.
Haces todo lo que te ordenen y nunca estás en contra. 
¿Crees que no tienen razón? Te callas.
Pareces un perrito faldero.
Entonces serás inevitablemente pisado por todos y te callarás aunque tengas algo que decir.

Siempre estás triste. Todo lo malo te pasa a ti.
¿Te joden? Te vas a llorar solo porque nadie te quiere.
Solo ves lo malo, y cada vez que te pasa algo, lo añades a la lista de tus desgracias.
Nunca superas el dolor y esperas que todo el mundo escuche siempre tus tragedias.
¿Te pasa algo bueno? Sigues pensando en las cosas malas.
Siempre eres la víctima.
Si ni lo intentas, ¿cómo crees que vas a ser feliz? 

Siempre estás cabreado. El mundo está en tu contra.
¿Te joden? Pues tu el doble.
No puedes confiar en nadie.
¿Pedir perdón? Imposible, tú nunca cometes errores.
Antes de enterarte bien de que va la situación, tú ya has sacado tus conclusiones.
No escuchas.
Las personas deberían hacerlo a tu manera todo.
Vas a estar muy solo si no aprendes a pensar antes de entrar en cólera.

¿Se puede ser feliz así?

Y es que cada situación, es distinta y hay que valorarla.
O sino nace la Hipocresía.

Es insano callar y sonreír ante todo.
Es absurdo pensar que tu vida es una mierda.
Es estúpido tener tu orgullo antes que tu felicidad.

Así que si tienes una razón para sonreír, hazlo.
Si necesitas llorar, hazlo.
Y si tienes que defender tu dignidad, que no orgullo, hazlo.

Pero observa bien como reaccionas.
Quizás estés haciendo algo mal y no te des cuenta.

Espero haber ayudado a alguien, y os digo que esta es de mis entradas favoritas, porque está llena de verdades.

1 comentario:

  1. Es curioso que saques el tema porque estoy intentando buscarme un equilibro entre todo el guirigay que tengo montado en el gallinero O.o Bonita reflexión ^^

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