¡Sonríe!

Quiero coger todo lo bueno de este mundo y entregárselo a todo el que se sienta desgraciado.
Que la vida es bella.

Los amigos.
Los peluches.
La navidad.
Las pelis.
Los aciertos.
Saber un secreto divertido.
Las postales.
Los susurros al oído.
El olor de esa persona especial.
El desayuno.
Los chistes tan malos que te hacen reír sin control.
Las vacaciones.
Los bombones.
Las paridas.
La música.
Darse cuenta de que empiezas a ponerte moreno.
La amabilidad.
Hacer sonreír a tu gente.
Encontrar dinero en el bolsillo de tu vieja cazadora.
Los planes absurdos.
La salud.
Las cajas de cartón.
La infancia.
Los helados.
La televisión.
El amor.




Y no he dicho ni un cuarto de las cosas maravillosas que existen... seguro que se te han ocurrido al menos 3 más.

Llorar no es malo, desahoga. Pero es un placer llorar de felicidad, vívelo.