Besar a alguien tantas veces significa tener que olvidar a esa persona.
Sentir tantas veces significa perder.
La línea entre acercarse y estrellarse es tan fina...
¿Por qué no decirlo? Tengo miedo.
Tengo miedo de perder porque he perdido.
Tengo miedo de saltar a la piscina sin mirar si hay agua.
Una parte de mi no quiere volver a intentar, volver a besar y volver a perder.
Tener un vacío, como si una parte de tu vida nunca hubiese existido.
Esa parte quiere conservar y prefiere ser tranquila, contenida y en definitiva correcta.
Pero otra parte se resiste. Otra parte me dice que sólo tengo que esperar, que tengo que curarme, que tengo que aprender, que tengo que enamorarme.
Así que voy a hacer una trato conmigo misma:
Sólo arriesgaré cuando el no arriesgar no me deje vivir, cuando sepa que la duda va a ser lo peor para mi. Cuando encuentre a alguien que merezca la pena.
Cuando ame y me amen.
Es tu felicidad la que está en juego, y es tu felicidad por la que debes luchar; que nada te oprima, que nada te esclaviza; el amor el libre: libre de quedarse para siempre, libre de volar varios metros antes de volver a tierra, libre de ausentarse cuando lo necesite y libre de retornar cuando lo sienta. :)
ResponderEliminar¿Sabes? lo has descrito de una manera simplemente bella.
EliminarYo creo que aún me falta superar muchos miedos antes de amar limpiamente.